Los numerosos patrones de los Patines a Vela de diferentes clubes agradecidos por la labor de Carlos Pena acordaron hacerle
un homenaje público consistente en una concurrida cena con la natural alegría entre los patrones para la buena hermandad que había fuera del agua. Se invitó especialmente al primer constructor del Patín a Vela, Rafael Escolà, con reconocimiento de su trabajo. Estaban los hermanos García de la Barceloneta que también construían los nuevos patines. Carlos Pena con cálidas palabras recibió el primer homenaje de su vida. Abogado de profesión, fue un devoto del Club Natación Barcelona y durante muchos años su actividad deportiva estuvo vinculada al Patín a Vela. Recibió mucho después otros homenajes por méritos a su labor deportiva en el mundo de la vela. Autor de varios libros, fundador del ADIPAV y de la Asamblea de Capitanes de Yate. Creador de la primera escuela de vela en el Club Natación Barcelona en el que se conseguía el título equivalente al actual patrón de yate concedido por el Ministro de Marina con exámenes en la la Escuela Náutica de Barcelona. Fue Juez Internacional de Regatas de reconocido prestigio y Presidente del Comité de Reglamentos de la «Federación Española de Vela».
Como anécdota del muy buen ambiente entre los socios del Club Natació Barcelona a pesar de las limitaciones propias de la época que se vivía, sucedió el caso de una apuesta entre dos socios para definir quién era el mejor patrón. El barco que perdía la regata sería quemado en la playa en cuanto llegara. Así se hizo y cuando llegó el perdedor ya tenían las brasas preparadas. Entre bromas y copas el patín no quemó del todo afortunadamente. Así consta en los boletines del Club Natación Barcelona.